El secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame, se reunió con las cúpulas de la Policía Civil y la Policía Militar para discutir la respuesta a la oleada de ataques en la favelas (suburbios) de la ciudad que se han cobrado la vida de cinco policías militares en una semana.
En la reunión, Beltrame, quien es conocido en todo Brasil por ser el ideólogo del Programa de Pacificaciones a través de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP), reiteró la necesidad de una acción conjunta tanto de los diferentes cuerpos de seguridad como del poder Ejecutivo y Judicial.
"Necesitamos acciones institucionales articuladas, necesitamos del apoyo del poder legislativo y judicial, de un fuerte trabajo en las fronteras, de seguridad primaria y de un debate sobre los menores infractores de la ley", afirmó Beltrame recalcando su disposición de alterar el límite de responsabilidad penal en Brasil que actualmente protege a los menores de edad.
Durante la mañana del domingo tuvo lugar en el municipio de Vinhedo, en el interior de Sao Paulo, el entierro del cabo del Ejército Brasileño, Michel Mikami, de 21 años, que fue asesinado el pasado viernes durante un tiroteo con narcotraficantes durante la patrulla de la Fuerza de Pacificación en la que participaba en las favelas del Complejo de Maré, en la zona norte de Río de Janeiro.
Su muerte supuso la primera muerte de un miembro del Ejército de Brasil desde que en el año 2008 se iniciase el Programa de Pacificaciones en los suburbios de Río de Janeiro con el objetivo de liberar los territorios del control de los narcotraficantes con motivo de los grandes eventos deportivos del Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Según informó la prensa local, durante el emotivo entierro del joven los gritos de guerra de sus compañeros militares accionaron las alarmas de los vehículos estacionados en un aparcamiento cercano.
"Un inocente murió luchando contra las drogas en Brasil y ahora los criminales lo están celebrando", afirmó la madre del soldado Mikami.
Con los asesinatos el fin de semana de los subtenientes, Jorge Serrao y Jorge Henrique Xavier, en dos asaltos a mano armada en suburbios de la zona Norte de Río de Janeiro, ya son 105 los agentes de la Policía Militar asesinados en 2014 en la ciudad.
