El movimiento yemení Ansar Alá (Seguidores de Dios) busca establecer relaciones con Rusia, dijo a RIA Nóvosti el jefe del Buró Político de los rebeldes, Saleh al-Samad.
“Tratamos de establecer relaciones con los rusos para contrarrestar al proyecto estadounidense de controlar el mundo entero”, señaló.
Indicó que las recientes acciones de Rusia en la región contribuyeron a la normalización de la situación.
Moscú juega un papel clave en Siria y Líbano, así como en la resolución del problema palestino, agregó.
Yemen vive una situación de inestabilidad desde el cambio de gobierno que se produjo en 2011.
En agosto pasado los hutíes, miembros de Ansar Alá, consiguieron tomar la capital del país, Saná, tras varias semanas de protestas antigubernamentales que exigían restablecer los precios subvencionados del combustible.
Desde mediados de octubre se registran enfrentamientos violentos entre yihadistas de Al Qaeda y los chiíes en las provincias de Al Baida y la cercana Eb.
El presidente del país, Abd Rabbuh Mansur al Hadi, y una delegación de rebeldes firmaron, con mediación de la ONU, un acuerdo para el arreglo de la crisis que prevé la formación de un Gobierno inclusivo.
