El Gobierno en Kiev debe emprender pasos hacia un acercamiento político con las regiones del sureste del país, tal como lo prevén los acuerdos de Minsk, declaró el embajador de Rusia ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Andréi Kelin.
"Confiamos en que las autoridades centrales en Kiev emprendan pasos hacía una acercamiento político con el sureste", insistió Kelin al intervenir la víspera en la reunión del Consejo Permanente de la OSCE en Viena.
Estas medidas incluyen la aprobación de una ley sobre el estatus especial de las provincias de Lugansk y Donetsk, una amnistía a los milicianos de estas regiones y las garantías de seguridad a los participantes de las negociaciones de paz en Minsk, precisó.
El diplomático instó también a dar pasos prácticos para detener el derramamiento de sangre en el este de Ucrania, tales como trazar una línea de separación "clara" y retirar las armas pesadas a una distancia de seguridad, lo que "haría posible un seguimiento completo del alto el fuego" por parte la misión de la OSCE.
"El siguiente y obligatorio paso tras el cese de los combates deben ser labores conjuntas para establecer vínculos económicos y políticos, tal como lo prevé el protocolo de Minsk, que habla de la necesidad del diálogo político nacional entre las partes", indicó Kelin.
A este respecto, agregó, la OSCE "puede y debe colaborar de la forma más activa con el proceso del diálogo nacional inclusivo".
En abril pasado, Kiev lanzó una operación militar contra los independentistas del este del país que se ha cobrado ya 4.317 vidas y ha causado 9.921 heridos, según el último balance de la ONU.
Una reunión del Grupo de Contacto conformada por la OSCE, Rusia y Ucrania acordó en septiembre pasado en Minsk un alto el fuego en Donbás.
Según constatan los observadores internacionales, el armisticio se cumple en términos generales, pese a que Kiev y las milicias se acusan mutuamente de violarlo.
