Las autoridades de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD) aplauden los resultados de la misión de observación del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre el uso de bombas de racimo por parte de las fuerzas del orden ucranianas en Donbás, declaró el vicecomandante de las milicias, Eduard Basurin.
"(Los militares ucraniano) usan estas armas a menudo pero nadie nos cree cuando lo anunciamos, mientras todo el mundo presta atención a las organizaciones internacionales", dijo Basurin.
Recordó que el uso de este tipo de bombas se citan en varios informes de la OSCE.
Según Basurin, el peligro de ese tipo de bombas consiste en que "durante el vuelo se desintegran, alcanzando un perímetro más amplio".
Mencionó que los militares ucranianos usan también artillería de largo alcance.
Un informe de la ONG Human Rights Watch (HRW) constata que el Ejército ucraniano utilizó bombas de racimo en localidades cercanas a Donetsk a principios de octubre pasado.
El uso de bombas de fósforo y otras municiones incendiarias está restringido por el III Protocolo de la Convención sobre Armas Inhumanas que entró en vigor en 1983.
El protocolo prohíbe el uso de este tipo de armamento contra civiles o en lugares cercanos a sus viviendas.
Casi todos los países, entre ellos Ucrania, firmaron y ratificaron la convención y sus cinco protocolos.
La operación especial de Kiev en el este de Ucrania se ha saldado desde el abril pasado con 4.317 muertos y 9.921 heridos, según los últimos datos de la ONU.
