Todos los partidos políticos de Cataluña acordaron impulsar un decreto que modifique la ley del taxi para que se incluya la inmovilización de todos los vehículos de Uber, la empresa de transporte estadounidense que utiliza coches privados para desplazar a los viajeros, según publican hoy medios catalanes.
El Gobierno catalán cree que se trata de "un intrusismo en el sector del taxi", un fenómeno que ya ha traído mucha polémica en España e incluso varias huelgas de taxistas.
Uber sólo opera en la ciudad de Barcelona pero el Ejecutivo cree que es "una competencia desleal con los taxis".
Si esta norma sale adelante, como está previsto, los coches quedarían inmovilizados y sus conductores tendrían que pagar hasta 6.000 euros de sanción para poder recuperar los vehículos.
Una compañía rodeada de polémica
Tras varias huelgas en el sector del taxi en Madrid y Barcelona, con Uber en el punto de mira, la compañía no ha dejado de generar polémica. La última, publicada hoy en el diario español El País, es que la empresa de transporte contaba con una herramienta interna llamada "God's View" o "La visión de Dios" que permitía seguir los trazados de un coche en concreto.
A pesar de que esta aplicación solo se debe usar para cuestiones relevantes para el negocio, Uber la utilizaba para espiar a los periodistas.
Este sistema de vigilancia se conoció públicamente después de que el vicepresidente de la empresa, Emil Michael, explicase en una cena sus planes de espionaje a los periodistas que criticasen a Uber en sus medios.
"Esto incluía invertir un millón de dólares en contratar a investigadores y periodistas dispuestos a contar las historias turbias de sus compañeros de profesión", explica El País, que asegura que la noticia se supo a través de Ben Smith, de Buzzfeed, que estaba en la cena.
Michael se ha disculpado en un comunicado por unas palabras que asegura que "obedecen a la frustración que tenemos en la empresa por la cobertura sensacionalista".
