Un grupo de estudiantes ha sido repelido por la policía cuando intentaba entrar esta mañana por la fuerza en el Parlamento hongkonés, en lo que suponen los enfrentamientos más graves del conflicto en las últimas semanas.
Un centenar de policías armados espray pimienta, porras y escudos han respondido al ataque de una docena de estudiantes, que llevaban cascos y los icónicos paraguas del movimiento.
Estos utilizaron las vallas como ariete contra la puerta y rompieron algunos cristales lanzando ladrillos. Al menos uno de los estudiantes consiguió entrar en el edificio del Consejo Legislativo o LegCo, según la prensa local.
Los enfrentamientos duraron varias horas y acabaron con la detención de seis estudiantes.
Las autoridades habían desalojado ayer la entrada de la Torre Citic, cercana al Parlamento, después de que su propietario consiguiera una orden judicial de desalojo. Los alguaciles retiraron las vallas y barricadas sin que se produjera ningún altercado.
Ya ha sido dictada otra orden judicial para desalojar el punto de ocupación de Mong Kok, al otro lado de la bahía. Aunque es menor que el de Admiralty, donde tienen sede los órganos de Gobierno, en él se han registrado los enfrentamientos más fragorosos entre los estudiantes y la policía y matones de la mafia.
Se espera que la orden se cumpla en los próximos días.
Las protestas, que van a cumplir próximamente dos meses, se han desarrollado en un ambiente pacífico, aunque ha habido algún choque puntual.
Tanto la policía como los líderes estudiantiles han lamentado la violencia de esta mañana.
"La policía condena enérgicamente estos actos de los manifestantes, que alteran el orden público", ha dicho la policía en un comunicado público.
"No podemos estar de acuerdo con las razones para actuar de esta forma", ha asegurado Joshua Wong, fundador de Scholarism y uno de los líderes de la protesta. Los representantes del movimiento han reafirmado el espíritu pacifico de su campaña de desobediencia civil.
El ataque muestra que la frustración por la falta de resultados de la lucha ha dividido a los estudiantes entre los que aún confían en la línea blanda y los que defienden un giro hacia la acción.
Los atacantes de esta mañana se habían organizado en torno a una página web conocida por atraer a los elementos más radicales.
Los estudiantes universitarios y la plataforma cívica Occupy Central exigen unas elecciones en 2017 con la libre elección de candidatos y sin el filtro que impone Pekín, un sistema que califican de "farsa de democracia".
