Moscú y Pekín están alarmadas por los intentos de Washington de reforzar su influencia política y militar en la región de Asia-Pacífico, comunicó este martes el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú.
Anteriormente, las autoridades de EEUU mencionaron la intención de centrar su política exterior precisamente en esta región.
Durante un encuentro entre Shoigú y su homólogo chino Chang Wanquan fueron abordados temas relativos a la situación política y militar en el mundo en general y en Asia-pacífico, en particular.
“Asimismo, expresamos nuestra preocupación por los intentos de EEUU de reforzar su influencia político-militar en la región Asia-pacífico”, dijo Shoigú.
Por su parte, el viceministro ruso de Defensa, Anatoli Antónov, agregó que Rusia y China deben aunar esfuerzos para hacer frente a la amenaza de las “revoluciones de colores”.
Según Antónov, parece que las “revoluciones de colores” son “experimentos” de especialistas extranjeros, entre ellos estadounidenses que transcurren lejos de las fronteras de Rusia y China.
“En realidad, ocurre cerca de nosotros y creemos que Rusia y China deben trabajar juntas para hacer frente a esta nueva amenaza a nuestra seguridad”, afirmó.
Sobre todo cuando Moscú y Pekín tienen delante el ejemplo de Ucrania “donde tuvo lugar un golpe de Estado”.