Dos funcionarios corruptos se han entregado a las autoridades chinas después de más de una década de huida por todo el mundo.
El antiguo presidente y gestor de una empresa estatal de materiales de construcción de la ciudad de Taiyuan (provincia de Shanxi) se entregaron recientemente en Camboya, según el diario Shanxi Evening News.
Los ahora detenidos, de cincuenta años, habían huido en 2004 hacia Hong Kong con 150 millones de yuanes (24,4 millones de dólares) desfalcados y se dedicaron los primeros años a gastarlos con un elevado tren de vida mientras eran buscados por la policía.
Durante dos años viajaron por todo el mundo y después de asentaron en Sudáfrica, donde compraron una mansión por un millón de dólares y establecieron su propia compañía de construcción.
Su destino cambió cuando su vivienda fue asaltada por un grupo armado que les robó gran parte del dinero restante.
Ambos volaron entonces a Singapur, donde contactaron con las autoridades chinas para negociar su entrega bajo las condiciones de la reciente campaña "caza del zorro", que busca atraer a los miles de funcionarios corruptos chinos huidos al extranjeros con penas leves.
Después de discutir sobre la cantidad de años que deberían pasar en la cárcel y la multa que tendrían que satisfacer, volaron a Camboya (país con el que China tiene tratado de extradición) para entregarse ahí a las autoridades de Pekín.
China anunció el mes pasado que la campaña, que arrancó en junio, ha conseguido extraditar por la fuerza o convencido para que se entregasen a 180 fugitivos económicos. Entre ellos, 104 fueron capturados por la policía y 76 regresaron voluntariamente.
La campaña, con una duración de seis meses, permite entregarse antes del 1 de diciembre a la policía, la fiscalía, los tribunales o las embajadas y consulados chinos.
Pekín ofrece a los que regresen de forma voluntaria penas más leves. En el caso de que entreguen el dinero robado y compensen a las víctimas. Incluso se prevé la absolución en los casos más livianos.
"Los fugitivos económicos parecen zorros astutos que han huido al extranjero para evitar el castigo, pero nosotros somos sabios cazadores para atraparlos", dijo recientemente Liu Dong, funcionario del Ministerio de Seguridad Pública.
La campaña está lastrada por la reticencia de muchos países a entregar a los fugitivos por las dudas que les ofrece el sistema judicial chino. China apenas tiene tratados de extradición con 40 países, mientras que por ejemplo Estados Unidos supera los 100.
La mayoría de oficiales corruptos chinos eligen como destino Estados Unidos, Canadá o Australia, mientras los que disponen de menos medios se decantan por África, Latinoamérica o Europa del Este.
Durante la cumbre de Cooperación Económica de Asia Pacífico que terminó ayer en Pekín, China consiguió que los otros 20 países representados firmaran un acuerdo para incrementar la lucha contra la corrupción que obliga a negar el refugio y a extraditar a los corruptos. También establece el intercambio de información, la asistencia legal mutua y la recuperación de los ingresos irregulares.
