El exterminio de la minoría cristiana en Siria puede conllevar a la desaparición de los seguidores de Cristo en Oriente Próximo, lo que sería una catástrofe para la civilización de ese territorio, declaró el patriarca de Moscú y toda Rusia, Kiril, durante una reunión con el muftí supremo de Siria, Ahmad Badreddin.
El primer encuentro del primado de la Iglesia Ortodoxa rusa con el líder religioso de Siria tuvo lugar en la residencia del patriarca en el monasterio moscovita Danilov.
"La tragedia de Siria e Irak se ha convertido en una gran tragedia de la población cristiana", afirmó el patriarca, añadiendo que sería erróneo hablar solo de los cristianos, pues "los musulmanes sufren por igual".
El primado de la Iglesia rusa destacó que "los cristianos son minoría en esos países, y el exterminio de esa minoría puede conllevar a la desaparición total de la presencia cristiana en el Oriente Próximo, lo que es ya una catástrofe".
Recordó que el cristianismo en Siria "no es de importación", pues se trata de personas "oriundas de esa zona, para ellos es su casa".
"Al recordar cómo estaba organizada la vida en Siria antes de la guerra, podemos referirnos con respeto a la experiencia de su Estado en la organización de las relaciones entre los musulmanes y los cristianos", dijo Kiril.
El líder religioso ruso destacó que la vida pacífica en Siria fue destruida a causa de "una injerencia externa".
La Iglesia Ortodoxa Rusi junto con la Sociedad Imperial Ortodoxa Palestina rusa han logrado recaudar más de un millón de dólares para ayudar a los cristianos y musulmanes en Siria afectados por el conflicto militar.
