El gobierno británico ha confirmado su negativa a colaborar en operaciones de rescate marítimo de inmigrantes ilegales porque estas acciones "incentivan" nuevos intentos de cruzar el Mediterráneo en busca de un mejor porvenir en la Unión Europea.
Asociaciones de refugiados han criticado la contraria postura oficial de Reino Unido a este programa comunitario para salvar vidas humanas, que el Foreign Office difundió en la más absoluta discreción en una nota presentada en la Cámara de los Lores del parlamento de Westminster.
"El Gobierno está haciendo caso omiso a la más grave crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. La gente que escapa de atrocidades no va a dejar de venir si ya no les lanzamos salvavidas", ha protestado Maurice Wren, director del Consejo Británico de Refugiados.
Wren teme que la negativa de Reino Unido a unirse al esfuerzo de la UE por rescatar hombres, mujeres y niños cuyas embarcaciones zozobran en el Mediterráneo solo conducirá a "innecesarias y vergonzosas muertes en la entrada de Europa".
"La respuesta no puede ser construir muros más altos en la fortaleza de la UE, sino proveer canales legales y más seguros para que estas personas accedan a la protección ", señala el responsable del Consejo de Refugiados.
La decisión de Londres llega en vísperas de la entrada en operación de un servicio de patrullas costeras de la agencia fronteriza de la UE. Su alcance es limitado y cubrirá unas 30 millas de la costa italiana, uno de los destinos de barcos y pateras con inmigrantes que parten casi a diario del norte de África.
La operación de la UE se ha puesto en marcha ante la frustración de Italia y la insostenibilidad de su plan nacional de vigía y protección.
Se estima que la marina italiana ha rescatado del mar a unas 150.000 personas en los últimos doce meses. Pero al menos otras 2.500 se han ahogado intentando llegar a sus costas en lo que va de año, según datos recogidos por el diario británico The Guardian.
Londres da más prioridad a cortar el acceso de la masa de inmigrantes apelotonada en la costa norte francesa que a los ilegales que intentan llegar al sur de Europa. Natacha Bouchart, alcaldesa de Calais, estima en 2.500 el número de personas que aguardan actualmente la oportunidad de cruzar ilegalmente el Canal de la Mancha.
Bouchart, que la tarde del martes ha comparecido ante el Comité del Interior del Parlamento de Westminster, sostiene que las ayudas sociales de Reino Unido actúan como "un imán" para "gente que no tiene nada en sus vidas".
La nota del Foreign Office confirma que "no apoyamos las planeadas operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo" debido al "involuntario factor de atracción" que causa el salvar a personas a punto de ahogarse, según el Gobierno.
"Incentiva a otros migrantes a intentar cruzar aguas peligrosas que pueden conducir a más muertes trágicas e innecesarias", añade el escrito.
