El Gobierno español quiere enviar 300 militares españoles a la base de Tallil, en la provincia iraquí de Nasiriya, según ha confirmado hoy el ministro de Defensa, Pedro Morenés, en el Congreso de los Diputados.
El ministro comparecía ante los representantes para pedir la autorización para el envío de estas 300 personas con el objetivo de formar al Ejercito iraquí "para hacer frente al autodenominado Estado Islámico", aseguró Morenés.
Esta autorización es obligatoria por ley pero gracias a su mayoría absoluta fue aprobada sin problema, con la ayuda de los socialistas y liberales. Tan sólo hubo 11 votos en contra, de Izquierda Unida y parte del Grupo mixto, y 4 abstenciones.
Esta operación costará 35 millones de euros durante los primeros seis meses y está prevista para finales de 2014 o principios de 2015.
De las 300 personas enviadas, entre 10 o 20 oficiales estarán en los cuarteles generales de la coalición internacional contra el Estado Islámico. Otros 95 militares adiestrarán, "probablemente en Tallil, en Nasariyah, a fuerzas iraquíes en desactivación de explosivos", según confirmó Morenés.
En el sur de Irak se "desplegará una unidad de operaciones especiales, de máximo 96 efectivos, para entrenamiento de fuerzas iraquíes". Los otros 90 militares se encargarán de "tareas de mando, control, inteligencia y protección de la fuerza", según confirmó el ministerio.
"Apoyaremos a Estados Unidos, líder de la coalición contra el Estado Islámico, con las bases españolas de uso compartido según el convenio bilaterial", afirmó Morenés en el Congreso.
