Cientos de inmigrantes han intentado saltar esta mañana la valla de Melilla, el segundo asalto en 48 horas, y una veintena han alcanzado territorio español entre los aplausos de algunos subsaharianos internados en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), situado a medio kilómetro del lugar del asalto.
A estas horas unas 15 personas siguen encaramados sobre la alambrada, que separa esta ciudad autónoma española de Marruecos.
El asalto se inició poco antes de las ocho de la mañana hora española (06.00 GMT).
La Cruz Roja tuvo que asistir a varios heridos por golpes al caerse desde lo alto de la empalizada.
El pasado lunes, unos 50 inmigrantes lograron entrar también en Melilla. Previamente decenas de personas intentaron asaltar la cerca desde primera hora, al amparo de la niebla, desde cinco puntos diferentes, según informó la Policía.
Los subsaharianos procedían en su mayoría de Malí.
Tras ese asalto, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, denunció tanto la violencia como la profesionalidad con la que se realizó asalto. El ministro arremetió contra los inmigrantes que amenazaron a los agentes "diciéndoles que tenían el ébola".
"A nadie se le oculta" que esas amenazas confirman un "entrenamiento, programación y planificación profesional" de esos intentos de intrusión y que detrás de ellos actúan "mafias criminales que se están aprovechando de la situación de desesperación de esas personas", indicó el ministro.
Melilla ha padecido este año una extrema presión migratoria que ha hecho de 2014 el año con unas 4.000 entradas.
El salto de hoy es el octavo en lo que va de mes. En el último lograron acceder a Melilla 60 inmigrantes, la entrada más numerosa desde la instalación de la malla antitrepa a mediados de junio.
