El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, ha arremetido contra el presidente palestino, Mahmud Abás, después de que éste dijera que hay que impedir que colonos judíos entren en la Explanada de las Mezquitas y causen daños a la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam.
Lieberman dijo anoche que las declaraciones de Abás revelan su intento de encender el conflicto utilizando el lugar más sensible, la Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo, como lo denominan los judíos, que consideran que en ese sitio se encontraban los templos judíos destruidos. Para el judaísmo, ese lugar es el más sagrado.
En un comunicado, el ministro de Exteriores acusó a Abás y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de estar detrás de los disturbios de los residentes de Jerusalén Este y afirmó que los comentarios del presidente palestino revelan su "verdadera cara".
Lieberman acusó a Abás de "negar el Holocausto" y "hablar de un Estado palestino libre de judíos" y aseguró que "ha sido y sigue siendo un antisemita". Además, señaló que "se ha unido a la primera línea de organizaciones islamistas extremistas, como el Estado Islámico y el Frente al-Nusra".
Abás dijo ayer en un discurso ante el Consejo Revolucionario de Al-Fatah, el movimiento que lidera, que "los líderes palestinos tomarán las medidas legales necesarias por lo que respecta a la agresión de colonos contra la mezquita de Al-Aqsa.
"No permitiremos que los colonos la ataquen (…) No tienen derecho a entrar y a profanarlo", afirmó.
Las declaraciones de Abás se produjeron tras varios días de enfrentamientos entre jóvenes palestinos y la policía israelí en la explanada, después de que entraran en el recinto grupos de judíos de extrema derecha, incluidos algunos que llaman a la destrucción de la mezquita. A causa de estas visitas se impusieron fuertes restricciones de acceso a lo musulmanes.
Las visitas de no musulmanes al complejo de Al-Aqsa están permitidas y las controla la policía. Como resultado de un acuerdo de 1967, los judíos no pueden rezar en el recinto por miedo a que se produzcan disturbios, pero rezan en el muro situado bajo la Explanada, que se considera el muro del último templo judío levantado allí.
En la Explanada de las Mezquitas se producen disturbios a menudo y las fuerzas israelíes no permiten el acceso a la zona de los musulmanes o de los fieles del Islam menores de 50 años, que se ven obligados a rezar en las calles adyacentes.
