El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, cree que no consigue ganar aprecio en Occidente a raíz de su preferencia por hacer una "política de manos limpias".
"Soy un hombre recto. Quiero demostrar que se puede hacer política con las manos limpias. Sin embargo, esto no le interesa a nadie. Occidente no quiere relacionarse con un político así", dijo Lukashenko en una conferencia de prensa en Minsk.
Lukashenko agregó que "lo que les gusta a los estadounidenses es un político como Turchinov (presidente del Parlamento ucraniano) o Poroshenko (presidente de Ucrania)".
En septiembre de 2014, el vicecanciller bielorruso, Alexandr Guryanov y miembros de una delegación interministerial estadounidense discutieron en Minsk la posibilidad de normalizar las relaciones entre ambos países.
El punto más bajo de las relaciones entre Bielorrusia y EEUU tuvo lugar en 2008, cuando la cantidad de diplomáticos estadounidenses se redujo de 35 a 5 funcionarios tras la insistencia de Minsk. Esto fue en respuesta a las sanciones estadounidenses contra la empresa bielorrusa Belneftejim.
La UE, alegando violaciones a los derechos humanos en Bielorrusia, impuso sanciones adicionales en 2012, tras haber impuesto una primera ronda en 2010.