La ley de depuración recién promulgada en Ucrania da luz verde a la persecución política, declaró este jueves responsable de DDHH del Ministerio de Exteriores de Rusia, Konstantín Dolgov.
"En cuanto a la ley de depuración (...), de facto se trata de legitimar la persecución política", dijo el diplomático en una reunión en el Senado ruso.
Dolgov lamentó que Occidente haga "la vista gorda" ante este hecho.
El 16 de septiembre el Parlamento de Ucrania aprobó una ley para depurar el poder de los funcionarios de la época de Víctor Yanukóvich. El anteproyecto fue aprobado con 231 votos, cinco por encima del mínimo previsto.
Según la nueva norma, no podrán optar a puestos directivos los integrantes de la lista de las 100 principales fortunas de Ucrania, ni las personas que hayan ocupado cargos en el Ejecutivo o en la Administración del expresidente Víctor Yanukóvich, o estén implicados en violaciones de derechos humanos.
El primer ministro de Ucrania, Arseni Yatdeniuk, comentó que la ley afectará a un millón de funcionarios, entre ellos, todo el Gabinete de Ministros.
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, firmó la ley pero no descartó enmendarla en caso de que haya reclamaciones por parte de la Comisión de Venecia o el Tribunal Constitucional.
La depuración del poder es uno de los requisitos del movimiento Maidán, cuyos activistas exigieron en febrero pasado la formación de un Gobierno de "confianza popular".
