La ley de depuración del poder firmada por el presidente ucraniano Petró Poroshenko es una bomba de acción retardada y un catalizador de nuevas protestas en Maidán, declaró hoy el senador ruso Vladímir Dzhabárov.
"A mi juicio, Poroshenko ha colocado una mina bajo el régimen político que está creando", dijo Dzhabárov, quien encabeza en el Senado la comisión de observación de la situación en Ucrania.
Según informó la oficina de prensa de Poroshenko, la ley en cuestión "sienta las bases jurídicas y organizadoras para llevar a cabo una revisión de los funcionarios estatales y ejecutivos de las administraciones locales a fin de recuperar la confianza popular y crear un nuevo sistema de poder, según los estándares europeos".
En la sociedad ucraniana abundan divergencias y la puesta en práctica de dicha ley puede provocar choques entre diversos grupos, cree Dzhabárov.
Al señalar que se trata de un método erróneo de ajustar cuentas con la oposición política, el senador predijo que su aplicación "puede tener consecuencias muy tristes para el país y para el propio presidente".
El Parlamento de Ucrania aprobó esta ley con el fin de realizar una depuración en el poder de los funcionarios de la época de Víctor Yanukóvich.
Según la nueva norma, no podrán optar a puestos directivos los integrantes de la lista de las 100 principales fortunas de Ucrania, ni las personas que hayan ocupado cargos en el Ejecutivo o en la Administración del expresidente Víctor Yanukóvich o estén implicados en violaciones de derechos humanos.
La depuración del poder fue uno de los requisitos del movimiento Maidán, cuyos activistas exigieron en febrero pasado la formación de un Gobierno de "confianza popular".