Faltan sólo tres días para las elecciones presidenciales en Bolivia y el actual mandatario, Evo Morales, parece que no tendrá problemas para renovar mandato.
Según las últimas encuestas, Morales -candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS), que gobierna desde enero de 2006- , cuenta con un 59% de intención de voto.
Después de cambiar la Constitución, el actual mandatario puede presentarse a la reelección.
Su campaña se basa en los profundos cambios acometidos por la llamada "Revolución Indígena y Cultural".
Uno de sus principales hitos fue la nacionalización de los hidrocarburos y las más importantes empresas del país, lo que ha favorecido que la economía boliviana se desarrolle.
El país, que encabezó durante décadas el listado de los países más pobres de Latinoamérica, ha pasado en dos lustros a ser una de las economías más pujantes de la región. En 2013 alcanzó un crecimiento del PIB del 6,83%, superando incluso la previsión tanto del Gobierno como de los organismos internacionales.
En la última década, las reservas internacionales bolivianas se han multiplicado por nueve, pasando de los 1.714 millones de dólares de 2005 a los 15.494 millones actuales.
La nación suramericana redujo la pobreza extrema del 28% al 18% e instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han reconocido sus avances económicos.
Recientemente, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo adscrito a Naciones Unidas, público un informe en el que se prevé que Bolivia lidere este año el crecimiento económico en la región, con un 5,5%.
Desde su llegada al Palacio Quemado, Evo Morales priorizó la defensa de los derechos de los pueblos originario campesinos, la igualdad de los bolivianos, la industrialización del país y la soberanía alimentaria.
A lo largo de la actual campaña electoral ha insistido en la necesidad de profundizar en la industrialización del país, para rentabilizar los abundantes recursos naturales. También prioriza el que todos los bolivianos cuenten con servicios básicos: agua, electricidad, gas, teléfono e internet.
El mandatario, que recientemente afirmó que cuando se retire quiere ser camarero en su propio restaurante, recorre casi a diario distantes rincones de Bolivia, con agendas maratonianas y apenas descansa. Achaca su resistencia física a que de niño caminó "bastante", lo que le dio "resistencia muscular y fortaleza física".
Morales nació el 26 de octubre de 1959 en pleno desierto de Orinoca, en el departamento de Oruro, en una familia humilde.
El mandatario actual se aseguraría un tercer mandato en la primera vuelta si alcanza el 50% más uno de los votos válidos o un mínimo del 40% de los sufragios con una diferencia de al menos el 10% sobre el segundo candidato más votado.
Este domingo además de elegir presidente y vicepresidente, se renovarán totalmente la Asamblea Legislativa Plurinacional (Congreso bicameral) compuesta por 36 senadores y 130 diputados.
El principal rival de Morales es Samuel Doria Medina, de 55 años, candidato del frente conservador Unidad Demócrata (UD), que cuenta con una intención de voto de aproximadamente el 17% y se ha propuesto capitalizar el voto opositor para forzar una segunda vuelta.
También aspiran a la presidencia de la nación andina el ex presidente Jorge Quiroga, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), con una intención de voto del 8,6%; Juan del Granado, del Movimiento Sin Miedo (2,8%) y Fernando Vargas, del Partido Verde (0,7%).
Este domingo están llamados a las urnas seis millones de bolivianos, en un proceso que estará supervisado por 300 observadores internacionales en representación de la Unión de Naciones Suramericanas, la Organización de Estados Americanos y el Parlamento Europeo, entre otros.
