Flanqueado por las máximas autoridades médicas del Estado de Texas, el gobernador Rick Perry ha reconocido en rueda de prensa que "algunos niños en edad escolar" estuvieron en contacto con el enfermo cuando éste ya mostraba síntomas de la enfermedad.
Al mismo tiempo, confirmó que "los niños han sido identificados y se les está monitoreando".
Durante la conferencia, que ha tenido lugar en el Texas Health Presbyterian Hospital, el gobernador ha realizado un gran esfuerzo para separar ciencia y rumorología. Con tono pedagógico, ha insistido en que no hay razón para que se desate "el pánico".
"Usted puede visitar el Presbyterian Hospital", donde permanece ingresado el enfermo de ébola, "sin ningún riesgo de ningún tipo para su salud". "Vamos a mantener a la gente segura, y cada vez que tengamos información vamos a compartirla". "Estamos trabajando muy duro", afirmó, "y seguiremos haciéndolo hasta que esta crisis termine, y toda la gente de Texas estará segura".
El comisionado de Salud del Estado, David Lakely, insistió varias veces en que "las posibilidades de contagiarse del ébola de una persona que no muestre síntomas son cero", dado que es necesario entrar en contacto con los fluidos del paciente.
También ha comentado que hasta el momento "nadie de entre las personas" que pudieron relacionarse con el enfermo, "entre doce y dieciocho", incluidos los miembros de su familia y los paramédicos que lo trasladaron al hospital, "han mostrado ningún síntoma".
Todos ellos, incluidos los estudiantes, están siendo monitoreados, pero de momento nadie ha sido puesto en cuarentena. "Esto no es el África occidental, esta es una ciudad muy sofisticada, en un hospital igualmente sofisticado". Por tanto "las posibilidades de que haya una epidemia son muy, muy pequeñas".
Según el seguimiento de los hechos realizado hasta ahora, el hombre llegó a EE.UU procedente de Nigeria el 20 de septiembre; mostró los primeros síntomas el 24; dos días después, el 26, acudió al hospital, donde tras ser evaluado lo enviaron de vuelta a su casa; tras sufrir un deterioro en su salud regresó al hospital el 28, donde fue aislado, y ayer, 30 de septiembre, las pruebas de laboratorio confirmaron que se trata del primer caso de ébola jamás diagnosticado fuera del continente africano.
