El expresidente de la Generalitat de Cataluña durante 23 años, Jordi Pujol, ha negado esta tarde en una histórica comparecencia ante el Parlamento catalán ser "un político corrupto" porque cuando llegó a la política "ya tenía mucho dinero" y ha insistido en que el origen de los fondos que guardó en paraísos fiscales no "es ilícito".
El hombre que se erigió como referente moral de Cataluña reconoció públicamente a finales de julio haber guardado la herencia de su padre en paraísos fiscales durante 34 años. Esta declaración provocó un auténtico terremoto político y ciudadano en España.
La comparecencia se produce un día antes de que el presidente nacionalista Artur Mas firme la convocatoria de un referéndum secesionista para el próximo 9 de noviembre.
El presidente español, el conservador Mariano Rajoy, ha anunciado hoy en Pekín, en donde se encuentra en viaje oficial, la convocatoria de un Consejo de Ministros extraordinario el próximo lunes para recurrir la decisión catalana ante el Tribunal Constitucional.
"Yo no he sido un político corrupto, lo digo rotundamente. He mirado de abrir puertas, establecer puentes, evitar conflictos políticos, conciliar intereses, pero nunca he cobrado por este trabajo aparte de mi sueldo en la presidencia", ha dicho Pujol, de 84 años, ante los diputados catalanes.
"La existencia de un dinero en el extranjero puede ser criticada, muy criticada, pero no presupone que el origen sea ilícito", se ha defendido el dirigente que contribuyó con su apoyo a mantener los gobiernos socialistas y conservadores que han gobernado España en estos últimos 40 años.
La única novedad de un discurso preparado con su equipo legal ha sido la de cuantificar el dinero guardado en el extranjero, 140 millones de las antiguas pesetas, unos 1,2 millones de euros.
Pujol, en la hora y media de su intervención, ha esgrimido que ha dedicado toda su vida a "construir Cataluña" y que "nunca he cobrado dinero a cambio de una decisión política o administrativa", contestando así a las acusaciones de haber amasado una fortuna de cientos de millones de euros gracias al cobro de comisiones mientras ejerció el poder.
Sus explicaciones no han convencido a los partidos de la oposición. Jordi Pujol no ha contestado a ninguna de las preguntas planteadas por los parlamentarios.
