El enviado de la ONU para Oriente Próximo, Robert Serry, quiere el despliegue de cientos de observadores de la ONU en Gaza, según han revelado fuentes diplomáticas al diario israelí Haaretz.
Diversos representantes de países europeos han sido informados del plan de Serry, que pretende que entre 250 y 500 monitores de la ONU se distribuyan por diversos puntos de la franja para controlar el proceso de reconstrucción, especialmente la entrada de materiales, y asegurar así que se destinen a levantar casas y no a fines bélicos.
Fuentes del Gobierno israelí han indicado que unos 50 observadores de la ONU se encuentran ya en Ramallah listos para desplazarse a Gaza y supervisar el proceso de rehabilitación, tras la ofensiva israelí Margen Protector, que causó casi 2.200 muertos y más de 11.000 heridos.
Según los planes de Serry -que considera necesario tener bastantes más que 50 monitores para poder controlar la reconstrucción, tal y como exige Israel- los monitores de Naciones Unidas tendrían que situarse en las principales zonas donde se rehabiliten edificios o barrios enteros y también en los almacenes en los que se acumulen materiales de construcción como cemento y hormigón y materiales que puedan ser usados en la fabricación de armas, como tubos de metal para cañerías.
Los observadores también se desplegarán en sitios donde estén aparcadas excavadoras o haya algún otro tipo de maquinaria.
Los diplomáticos europeos y la fuente del Gobierno israelí han señalado que la función de los monitores internacionales será asegurarse de que los materiales que entren en Gaza para reconstruir edificios y la maquinaria vinculada a la rehabilitación se usen solo para fines civiles y no militares: fabricación de armas, construcción de túneles o búnkeres.
También velarán para que los materiales de construcción lleguen donde se necesitan.
Israel está a favor del despliegue de los monitores, a los que considera "una fuente relativamente fiable" de supervisión del proceso de reconstrucción de la franja, según la fuente israelí. Pero Hamás -que controla la franja a pesar de que antes del verano se creara un Gobierno de unidad entre el movimiento islamista y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)- no ha expresado una posición clara sobre este tema que se tratará durante las negociaciones indirectas que empezarán a finales de septiembre entre Israel y las facciones palestinas en El Cairo, con la mediación de Egipto.
