Los líderes de los que están a favor y en contra de la independencia de Escocia declararon haber reconocido los resultados del referendo en el que el 55,4% de los escoceses optaron por la unidad del país.
El primer ministro británico, David Cameron, calificó como triunfo los resultados de la votación al haber asegurado a los habitantes de la región que no consiguió la independencia, que el poder central no rehusará la propuesta de otorgar a Edimburgo nuevos elementos de soberanía, incluidos los derechos de quedarse con una parte de impuestos e ingresos.
De acuerdo a los datos del referendo, el 'sí' a la secesión obtuvo solo el 44,7% de los votos. Alex Salmond, ministro principal escocés, aceptó la derrota y agradeció a los partidarios su apoyo.
"Agradezco a todos los que votaron por la independencia de Escocia. Los resultados definitivos todavía no se han publicado pero sabemos que la mayoría se expresó por la unidad del país. Lamento los resultados pero aceptamos la decisión legítima del pueblo escoces. Quisiera señalar que un número cuantioso de personas votó por la independencia. Reconozco los resultados y prometo seguir trabajando de modo constructivo", dijo Salmond.
Anunció su disposición de seguir el diálogo con Londres sobre la transferencia de nuevos poderes a Edimburgo.
Proyecto de ley
Anteriormente, los partidos británicos declararon la intención de elaborar un proyecto de ley que permita conceder facultades adicionales y enviar al presupuesto regional de Escocia una cantidad más importante de los impuestos.
El rival de Salmond, líder de la campaña unionista, Alistair Darling, insistió también en la necesidad de seguir la discusión política tomando en cuenta los resultados de la votación.
"Los escoceses han tomado su decisión. Hemos elegido la unidad. Los vínculos entre Escocia y Gran Bretaña nunca se romperán. Cada uno tiene su opinión y todos los votos se tomarán en consideración", dijo Darling.
Precisó que tras el referendo, Edimburgo y Londres tendrán que intensificar el diálogo político sobre el futuro del país y de la región. El gabinete de Cameron calificó como un triunfo convincente los resultados del referendo al declarar que el primer ministro eligió una estrategia correcta en cuanto a Escocia.
Cameron y Salmond abordaron en una conversación telefónica los resultados de la votación y la próxima colaboración. Más tarde, Cameron declaró de estar contento por el triunfo de los unionistas y de que Escocia siga formando parte del país.
El político aseguró continuar las conversaciones sobre la transferencia de poderes y elementos de soberanía a la región. Se prevé que para noviembre una comisión gubernamental elabore un paquete de propuestas al respecto. La correspondiente ley se podría aprobar en enero.
"Para noviembre el comité, encabezado por Lord Smith, elaborará propuestas al respecto y las presentará en enero. Todos los partidos participarán en la preparación", dijo Cameron.
El pasado 18 de septiembre, Escocia celebró un referéndum en el que sus habitantes tenían que decidir si la región seguía en el Reino Unido o se convertía en un Estado independiente. Cerca del 90% de los escoceses participó en la votación.
Las encuestas que se llevaron a cabo antes del referendo, no permitieron predecir sus resultados.
En caso de que la mayoría de los escoceses hubieran dado el "sí" a la secesión, el 24 de marzo de 2016 la región proclamaría su independencia del Reino Unido. Los nacionalistas que eran la fuerza principal del referendo, trataron de ganar la disposición de los escoceses prometiendo la prosperidad de la región independiente gracias a extracciones de hidrocarburos y el envío de todos los impuestos al presupuesto regional.
