Un tribunal chino ha empezado hoy a juzgar al eminente intelectual uigur Ilham Tohti por "separatismo", un delito que puede ser castigado con la pena de muerte.
Tohti ha negado los cargos en un proceso que ha sido calificado como "farsa" por las organizaciones de derechos humanos y criticado globalmente. Las autoridades prohibieron la entrada a las instalaciones judiciales a la prensa occidental y a una delegación de nueve diplomáticos extranjeros.
"No vemos nada que evidencie las acusaciones de separatismo", ha dicho su abogado, Li Fangping, a la salida del tribunal en Urumqi, la capital de la provincia de Xinjiang. China ha acusado a Tohti de incitar los violentos ataques que sólo en el último año han dejado centenares de muertos en Xinjiang, incluyendo el que causó 21 muertos en un atentado en Kashgar o el que provocó docenas de víctimas en Lukqun.
La acusación esgrime docenas de artículos y entrevistas de Tohti publicadas en prensa extranjera y 52 DVD con materiales como conferencias. Siete personas relacionadas con él han sido detenidas, entre ellas varios de sus estudiantes.
La condena se da por segura en un sistema penal en el que menos del 1 % de las sentencias son absolutorias y está supeditado al Partido Comunista de China, que tiene entre sus prioridades la estabilidad social. Los expertos esperan una condena de entre 10 años y cadena perpetua.
Tohti, reconocido escritor, economista y profesor en la prestigiosa Universidad pequinesa de Minzu, es uno de los más activos defensores de los derechos de la etnia uigur. Tohti ha criticado a menudo las versiones oficiales de la prensa nacional sobre los atentados en Xinjiang y subrayado sus inconsistencias, pero es visto como un intelectual pacífico, razonable y sensato que sirve de unión entre las comunidades han (etnia mayoritaria china) y uigur. A diferencia de los portavoces uigures en el exilio, siempre ha mostrado su oposición a la independencia o al separatismo. Los analistas aseguran que Pekín está quemando los únicos puentes de conciliación étnica con su juicio y que acallará las voces más moderadas.
Tohti fue detenido en enero y acusado en julio de "divulgar ideas separatistas, incitar el odio étnico y defender la independencia de Xinjiang". Las organizaciones de derechos humanos y sus abogados han denunciado las condiciones de su cautiverio, que le han provocado una gran pérdida de peso.
El centro se negó en un principio a darle comida musulmana y en marzo se la retiraron durante diez días después de que un atentado uigur dejara 29 muertos en una estación de tren de Kunming (provincia de Yunnan). Ni su mujer ni sus hijos han podido visitarle en la prisión.
