La conocida fiesta del Toro de la Vega en Tordesillas, España, vuelve un año más con polémica. El torneo, que cuenta con más de 500 años de antigüedad, consiste en matar un toro con lanzas.
Todos los años, los colectivos contra el maltrato animal rechazan estas convocatorias, luchan para su ilegalización y se manifiestan periódicamente por las calles de Madrid .
En esta ocasión, la oposición ha aumentado y centenares de manifestantes han intentado proteger al animal en un enfrentamiento contra los impulsores del torneo. Los defensores del toro han sido dispersados por la Guardia Civil sin poder evitar la celebración de la “fiesta de Tordesillas”.
Una de las activistas que defendía la ilegalización de la fiesta, ha terminado herida por el lanzamiento de una piedra.
La petición de acabar con esta tradición ha llegado incluso al Parlamento Europeo de la mano de Izquierda Unida. Bruselas rechaza pronunciarse por considerar que se trata de una tradición cultural competencia de España y no de la Unión Europea. España considera la fiesta de Interés Turístico desde 1980, por lo que otros partidos políticos apoyan el torneo.
En esta ocasión, según el concejal de Toros de Tordesillas, se han inscrito 45 lanceros para matar al animal en mitad del campo. Ninguno de ellos es una mujer.
Durante el encierro, uno de los hombres que participaba en el torneo ha resultado herido tras una cornada.
