Jordi Pujol Ferrusola, el primogénito del que fue presidente del Gobierno catalán durante 23 años, ha quedado en libertad sin medidas cautelares esta tarde tras haber declarado durante cinco horas en la Audiencia Nacional de Madrid por blanqueo y fraude fiscal.
La familia Pujol se enfrenta a varios delitos de corrupción por supuestamente haber cobrado comisiones en los contratos públicos que se realizaron durante los años en el poder del patriarca. Pujol se autoproclamó referente moral de los catalanes. El ex presidente nacionalista confesó a finales del pasado mes de julio haber mantenido una fortuna en paraísos fiscales durante 34 años.
Pujol hijo ha quedado en libertad pero sigue encausado por blanqueo y delitos contra Hacienda. El imputado ha negado haber cobrado comisiones de unos ocho millones de euros y ha alegado que el dinero que cobró fue producto de los trabajos de asesoría realizados por sus empresas.
Según fuentes de la investigación, Pujol, de 57 años, ha afirmado ante el juez Ruz que los contratos que constan en el informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía fueron realizados dos años después de que su padre abandonara el poder y fueron firmados por ayuntamientos socialistas y no del partido de su progenitor, Convergència Democràtica de Catalunya.
El juez investiga las conexiones entre supuestos pagos a Pujol Ferrusola y la adjudicación de obras públicas en una de las regiones más ricas de España. Ruz abrió la investigación en diciembre de 2012, tras las declaraciones del empresario Javier de la Rosa y de su propia ex novia, Maria Victòria Álvarez, quien declaró que había transportado bolsas de basura llena de billetes de 500 euros a Andorra y de ese país a Madrid.
La Policía investiga también los 32,4 millones de euros de cuentas de Andorra que se han movido por 13 países extranjeros.
La ex mujer de Pujol Ferrusola también ha declarado esta tarde ante el juez por sus cuentas bancarias en el extranjero.
