El Instituto de Estudios Socioeconómicos de Brasil (INESC) reveló en la mañana de este jueves un estudio que demuestra las profundas injusticias del sistema tributario brasileño, especialmente sobre la población negra y las mujeres.
Según la investigación, en Brasil el 10% más pobre emplea hasta un 32% de su renta en el pago de impuestos mientras que el 10% más rico apenas emplea el 21% de sus recursos.
Por tanto, teniendo en cuenta que dentro del 10% de población más pobre el 68,06% son de raza negra y que son en un 54,34% mujeres se deduce que son los colectivos más perjudicados por el sistema de impuestos del país sudamericano.
Por otra parte, en el segmento más rico de la población el 83,72% son blancos y el 62,05% son hombres, por lo que los hombres blancos brasileños son los más beneficiados del sistema de tributación de Brasil.
Para el autor del estudio, Evilásio Salvador, "no hay duda de que la mujer negra es la más castigada por el sistema de impuestos brasileño que favorece claramente al hombre blanco" por lo que "la idea de que la tributación es neutra en relación a raza y género es completamente falsa".
El origen de la desigualdad del sistema brasileño es que los impuestos, de tipo directo y regresivo, se centran especialmente sobre el consumo y los salarios de los ciudadanos en un 71,38%, muy por encima de la media de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con el 33%.
El informe concluye apuntando la necesidad de una reforma tributaria que amplíe los impuestos sobre el nivel de renta y el patrimonio así como la reglamentación de un Impuesto sobre las Grandes Fortunas (IGF), que se incluye en la Constitución de Brasil pero que jamás fue desarrollado.
Otra fórmula recomendada es la extensión del Impuesto sobre la Propiedad de Vehículos Automotores (IPVA) a embarcaciones de lujo como yates, lanchas, helicópteros o motos de agua.
Cabe recordar que a pesar de las mejoras recientes en 2010 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señaló a Brasil como el tercer pero país del mundo en cuanto a la desigualdad social solamente superado por Haití y Camerún.
Hoy día, Brasil se sitúa en octava posición en el ranking de desigualdad de la ONU únicamente superada por Guatemala entre los países Latinoamericanos.
