La expresidenta de la Comunidad de Madrid, la conservadora Esperanza Aguirre, será juzgada por un delito de desobediencia, tras huir de la policía que le estaba poniendo una multa en una céntrica calle de la capital de España y no por una falta de tráfico.
Un auto de la Audiencia Nacional ha tachado hoy de desobediencia a la autoridad el comportamiento “tenaz, contumaz y rebelde, decidido y terminante” que mostró ante los guardias urbanos una de las políticas más importantes del gobernante Partido Popular.
La Audiencia ha destacado su desobediencia con incluso “expresiones de menosprecio” a la autoridad. El delito está penado con entre seis meses y un año de cárcel.
El pasado 4 de abril, Aguirre aparcó su coche en doble fila en pleno centro de Madrid, en la Gran Vía, para sacar dinero de un banco cercano. Al volver se encontró con que la policía le estaba poniendo una multa por estacionar en el carril bus que está prohibido.
Al pedirle la documentación, la política conocida como la lideresa del partido alegó: “¿Qué pasa? ¿Bronquita y denuncia? Venís por mí porque soy famosa”. Tras lo cual se sentó en su coche y se dio a la fuga chocando con el coche de los agentes.
Esperanza Aguirre siempre ha defendido su actuación, quejándose de la actitud “machista” de los agentes y que se fue porque tenía prisa y llevaba mucho tiempo retenida. Hoy en su cuenta de Twitter, la acusada ha respondido que: “El auto no dice, ni mucho menos, que el incidente del coche sea delito. Soy una ciudadana más que acude encantada a que el juez escuche la verdad”.
