El representante del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Oldrich Andrysek, considera que la situación en Donbás no puede ser calificada como “catastrófica”.
“Cuando la gente muere de frío, hambre o escasez de agua potable podemos calificar la situación de catástrofe humanitaria. Es lo que sucede en Sudán, Iraq y Siria”, dijo el funcionario.
En su opinión, el este de Ucrania sufre “graves problemas” y no una catástrofe humanitaria.
El pasado 12 de agosto, Rusia envió a Ucrania unos 280 camiones Kamaz con un cargamento que incluía 400 toneladas de granos, 100 toneladas de azúcar, 54 toneladas de fármacos e instrumental médico, 12.000 sacos de dormir y 69 generadores eléctricos para la población del este de Ucrania.
El número de muertos y damnificados por el conflicto en el este de Ucrania crece continuamente. Para el 19 de agosto se registraron 2.249 fallecidos, entre ellos 23 niños, y al menos 6.033 heridos, de ellos unos 38 niños.