La secretaría de Turismo de Río de Janeiro espera que unos 70.000 argentinos, muchos de ellos sin entrada, se desplacen hasta la ciudad brasileña para presenciar la final del Mundial que enfrentará a su selección con Alemania y ya toma medidas de seguridad especiales.
Para recibir a tantos aficionados, según explicó el secretario de Turismo, Antonio Pedro Figueira de Mello, la ciudad habilitará un espacio especial en los aledaños del sambódromo carioca para que los argentinos que se dirigen hasta Río de Janeiro en coches y autobuses estacionen sus vehículos.
En el día de ayer, en el que Argentina selló su clasificación para la final, la Fan Fest, el espacio habilitado por la FIFA en la playa de Copacabana para que los aficionados presencien el partido, se llenó de argentinos que prometieron invadir de nuevo Río para la final.
Al terminar el partido, la Policía Militarizada brasileña tuvo que intervenir para evitar que algunos de estos aficionados ocupasen la calzada de la Avenida Atlántica, contigua a la playa de Copacabana y uno de los principales nudos de comunicación de Río de Janeiro.
En la ciudad de Sao Paulo, donde se disputó el partido entre argentinos y alemanes, unos 10.000 argentinos fueron hasta el barrio de Vila Madalena, el más bohemio de la ciudad, para festejar la victoria.
Los aficionados que llegaron allí conmemoraron la victoria de Argentina en una noche que la Policía Militarizada de Sao Paulo ha considerado como "la más tranquila" desde que comenzó el Mundial.
Sin embargo y para evitar disturbios, especialmente debido a la rivalidad entre brasileños y argentinos que puede devenir en enfrentamientos, las autoridades han preparado un protocolo especial de seguridad que doblará el número de agentes en las calles el día de la final.
De este modo, el gobierno federal situará en los alrededores del estadio 11.560 agentes para de este modo prevenir incidentes y atajar cualquier posible problema. Los dispositivos de seguridad en el resto de la ciudad también serán ampliados, especialmente en las zonas turísticas de la ciudad en las que se suelen reunir los aficionados para seguir el partido.
