El mando militar de EEUU volvió a prohibir los vuelos de todos los cazabombarderos F-35 hasta que se termine de revisar sus motores, comunicó hoy la agencia Reuters.
La semana pasada el Pentágono ya había suspendido los vuelos. Un avión (F-35A) se incendió durante el despegue y otro (F-35В) presentó fuga de combustible durante un vuelo de rutina. Un día después los vuelos de F-35В fueron reanudados parcialmente.
Ayer, el mando militar y los responsables del programa de construcción de los cazas F-35 emitieron una directriz que prohíbe los vuelos de todos los cazas de ese tipo.
Se informa que las causas del incendio aún se desconocen y que la prohibición estará vigente hasta que se revise el motor del avión averiado. El fabricante de los motores es la empresa Pratt & Whitney.
Según estiman los militares, el Pentágono tiene previsto gastar 392.000 millones de dólares en la compra de 2.443 cazas, de casi 160 millones de dólares cada uno. El precio puede aumentar debido a los constantes problemas técnicos y retrasos en el cronograma.