Los cargos presentados contra el expresidente francés, Nicolas Sarkozy, ponen en peligro su carrera política, en particular, sus posibilidades de ocupar el cargo del presidente del partido Unión por un Movimiento Popular, declaró a esta agencia el director del Centro de Estudios Franceses del Instituto de Europa, Yuri Rubinski.
Según el experto, se trata de un caso políticamente motivado.
“Él (Sarkozy) está listo para la lucha, quiere ser candidato de su partido y participar en las presidenciales de 2017. El presidente actual, François Hollande, es tan impopular que casi nadie cree que pueda ser reelegido y Sarkozy quiere la revancha”, dijo Rubinski.
La noche del martes los investigadores presentaron contra Sarkozy cargos oficiales de corrupción activa, tráfico de influencias y encubrimiento. Su exabogado, Thierry Herzog, afronta las mismas acusaciones además de la de violación de secreto profesional. Mientras, un alto magistrado del Tribunal de Casación, Gilbert Azibert, está inculpado de cohecho, tráfico de influencias y encubrimiento.
Azibert fue detenido el lunes y Sarkozy y Herzorg, la mañana del martes. La noche del mismo día llegó a París para encontrarse con el juez.
La investigación estima que Sarkozy intentó obtener a través de Herzog información protegida por el secreto profesional cuando el Tribunal de Casación examinaba el caso de Bettencourt. Supuestamente, el expresidente prometió a cambio a Azibert el traslado a un puesto prestigioso en Mónaco.
Sarkozy salió inculpado del caso Bettencourt donde se le imputó abusar de la debilidad mental de la propietaria de la compañía L'Oreal, Liliane Bettencourt, muy mayor, para financiar su campaña electoral en 2007.
