Bashar Asad, quien gana las elecciones presidenciales en Siria, fue electo por vía democrática y no hay motivos para su dimisión, opina el presidente del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación de Rusia, Mijaíl Marguelov.
“La diferencia de las condiciones entre las presidenciales de Siria y Ucrania es cuantitativa y no cualitativa. Las elecciones en ambos países se celebraron en medio de acciones de combate y sería muy cínico compararlas en cuanto a la sangre derramada”, dijo el senador.
El presidente del Parlamento sirio, Mohammad al-Laham, declaró con anterioridad que el presidente actual gana las elecciones con el 88,7% de los votos. Sus opositores, un profesor universitario, Hasan an-Nuri, y el diputado Maher Hayar, obtuvieron el 4,3% y el 3,2% de los apoyos respectivamente.
Entretanto, los líderes del Grupo de los Siete (G7) rechazaron el resultado de los comicios sirios al calificarlos como “falsos”.
El G7, tras haber perdido a Rusia, opinó Marguelov, se convirtió en un "círculo de amiguetes" donde las relaciones entre los miembros se caracterizan por “la unanimidad de opiniones”.
Y no es de extrañar, prosiguió, que se haya negado a reconocer los resultados de las elecciones en Siria. Otro caso es Ucrania donde los resultados de las presidenciales no suscitaron dudas.
Subrayó que la opinión de los sirios, expresada en los boletines, merece el respeto por difíciles que fuesen las condiciones de la votación.
La guerra civil que se prolonga en Siria desde marzo de 2011 causó más de 100.000 muertos y más de 2,3 millones de sirios se convirtieron en refugiados.
