El Ejército de Sudán del Sur y los insurgentes volvieron a enfrentarse infringiendo el armisticio concertado el 10 de mayo, comunicó este lunes AFP.
Según declaró a la agencia francesa el ministro de Defensa del país, Kuol Manyang, el conflicto armado estalló en el estado petrolero de Alto Nilo. Dijo que las tropas gubernamentales recibieron la orden de no atacar, sólo defenderse.
“Ordenamos a nuestras unidades no moverse del lugar y no agredir a los rebeldes”, señaló el presidente del país, Salva Kiir, al intervenir ante los ciudadanos en la capital del país, Juba. Afirmó que quiere mantener la paz en el país.
Kiir y el comandante rebelde Riek Machar firmaron un acuerdo de paz el viernes pasado, tras cinco meses de un cruento conflicto, comprometiéndose a cesar sin dilaciones el fuego, formar un Gobierno de transición, redactar una nueva Constitución y celebrar elecciones.
Inmediatamente después, las partes empezaron a acusarse de estar violando el alto el fuego. Riek Machar afirmó que el ataque no fue lanzado por las fuerzas que él controla sino por el llamado Ejército Blanco. “Son unidades irregulares que no están al tanto del armisticio. Atacan porque creen que la guerra continúa”, explicó.
A finales del año pasado, en Juba comenzaron desórdenes con uso de armas después de que el presidente Salva Kiir denunciara el intento de un golpe de Estado, indicando como su organizador al líder rebelde Riek Machar.
El conflicto ocasionó numerosas víctimas y puso al borde de una catástrofe humanitaria a Sudán del Sur, que se había separado de Sudán en 2011.
