Pervez Musharraf, expresidente de Pakistán, ha quedado indemne tras una explosión que se produjo esta mañana al paso de su convoy en la capital del país, Islamabad, comunicó el periódico paquistaní DAWN.
Según la policía, precisamente el general Musharraf fue blanco de ese atentado, que no causó víctima alguna. El expresidente llegó sin problema a su residencia ubicada en afueras de la capital.
La explosión, de cuatro a seis kilos de trilita, cuando el cortejo atravesaba un puente. El general regresaba de un centro cardíaco de Rawalpindi, donde pasó un tratamiento.
Musharraf había recibido amenazas en más de una ocasión. Centenares de militares y policías suelen protegerlo durante sus desplazamientos.
El general está procesado actualmente por la alta traición cometida supuestamente en 2007, cuando el entonces presidente paquistaní declaró el estado de emergencia y ordenó arrestar a los jueces del Tribunal Supremo.
La alta traición se castiga en Pakistán con la pena de muerte o la prisión vitalicia