Moldavia se negó a unirse a las sanciones impuestas por la Unión Europea contra Rusia por la adhesión de Crimea, anunció la ministra de Asuntos Exteriores e Integración Europea del país, Natalia Gherman.
“Moldavia no se ha sumado a las sanciones de la UE contra Rusia. Nuestro país ha apoyado solo las sanciones contra algunos funcionarios ucranianos”, dijo Gherman en declaraciones a la televisión moldava.
Con anterioridad, la cancillería moldava desmintió las informaciones de que Chisinau podría prohibir la entrada al país al representante del Kremlin para Transnistria y viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, a sus dos asesores y a los presidentes de ambas Cámaras del Parlamento de Rusia, Serguéi Narishkin y Valentina Matvienko.
La adhesión de Crimea a Rusia, que se formalizó la semana pasada tras un referéndum de autodeterminación celebrado el 16 de marzo en la península, ha provocado una de las peores crisis entre Occidente y Moscú desde el fin de la Guerra Fría.
Washington y sus aliados europeos han suspendido el diálogo con Rusia en el marco del G8 y han impuesto sanciones contra varias decenas de funcionarios, legisladores y empresarios rusos. Amenazan además con un castigo económico si no se produce una desescalada de la tensión en torno a Ucrania.
Moscú por su parte afirma que rechaza el “lenguaje de las sanciones” como inoportuno y contraproducente, y advierte de que el daño por las sanciones será recíproco.