Trece empleados de un depósito subterráneo de residuos nucleares en Nuevo México, EEUU, se expusieron a radiación a raíz de una fuga que se produjo el pasado 14 de febrero, informó el miércoles el Departamento de Energía estadounidense.
Estos trabajadores dieron positivo en un test del isótopo americio-241, que es una fuente radiactiva. No obstante, el jefe de la planta WIPP donde se produjo el incidente, Jose Franco, afirmó que “es prematuro especular sobre el efecto de estos resultados preliminares sobre la salud, o sobre el tratamiento que puedan necesitar”.
La planta WIPP, situada a unos 42 km de Carlsbad, Nuevo México, y en servicio desde 1999, almacena residuos nucleares en cámaras subterráneas, a una profundidad de más de 655 metros.
A principios de este mes, varios trabajadores de la planta se vieron afectados por inhalación de humo a causa de un incendio bajo tierra que, según la Administración, surgió lejos del material radiactivo.