Los países occidentales deberían dejar de interferir en los asuntos internos de Ucrania, declaró este martes el comisario para los derechos humanos del Ministerio de Exteriores ruso, Konstantín Dolgov.
“Debe cesar cualquier injerencia. Cuando representantes de algunos países occidentales como la UE o EEUU intervienen en el Maidán y en sus capitales y piden sin tapujos que el pueblo ucraniano luche por el llamado “reto europeo”, esto no puede considerarse sino una clara intromisión en los asuntos internos, ni se ajusta a las consignas democráticas de los propios políticos occidentales”, denunció.
Según el diplomático ruso, las interferencias occidentales en Ucrania, que buscan “la continuidad y el agravamiento del conflicto,” son en realidad una “negación de la democracia” y un intento de “imponer la dictadura de la minoría”.
La semana pasada, el Senado de Rusia emitió un comunicado para pedir que políticos occidentales pongan fin a sus intentos de intervenir en los asuntos de Kiev.
Las protestas comenzaron en Ucrania en noviembre pasado, después de que el Gobierno del país decidiera suspender la firma del acuerdo de asociación con la Unión Europea.
El conflicto deterioró en la segunda mitad de enero después de que el Parlamento aprobara una serie de leyes restrictivas. Las protestas contra las normas degeneraron en violentos enfrentamientos entre manifestantes radicales y la Policía, con el resultado de al menos cuatro muertos y centenares de heridos.
El pasado 22 de enero, el presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich, y los tres líderes opositores, Vitali Klitschko (Udar), Arseni Yatseniuk (Batkivschina) y Oleg Tiagnibok (Svoboda), celebraron un primer encuentro para negociar una solución a la crisis, que una semana después forzó la dimisión en pleno del Gobierno ucraniano encabezado por Nikolái Azárov.
