Más de 15 palestinos resultaron heridos hoy en enfrentamientos con los militares israelíes que están rastreando la mayor ciudad de Cisjordania, Hebrón, en busca de un francotirador que la víspera mató a un soldado israelí, comunicó la emisora La Voz de Palestina.
Vecinos de Hebrón lanzan piedras y cócteles molotov contra efectivos israelíes que responden con gas lacrimógeno y balas de goma. Según la emisora, se registran las casas y hay varios detenidos.
Los militares instalaron puestos de control en las carreteras que conducen a Hebrón, ciudad donde decenas de miles de palestinos conviven con centenares de colonos judíos. La situación se complica por la presencia de unos 11.000 peregrinos judíos con motivo de la fiesta de Sucot.
El pasado domingo, un soldado israelí de 20 años recibió una herida letal en el cuello cerca de un puesto de control próximo a la Cueva de Macpela donde se encuentra la Tumba de los Patriarcas, principal atracción de Hebrón.
Fue la segunda víctima en estos últimos días después de que un palestino secuestrara y asesinara a un soldado israelí en la ciudad de Kalkilia, en el norte de Cisjordania.
Quería canjear el cadáver por su hermano, que cumple una larga pena de prisión en una cárcel israelí.
El jefe del Estado Mayor del Ejército Israelí, teniente general Beny Gantz, negó sin embargo que se trate de una tendencia.
“Es una trágica coincidencia, no una tendencia. No me cabe duda de que atraparemos a los autores de estos crímenes”, dijo el general, citado por el portal de noticias israelí Ynet.com.
Mientras, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ordenó a la Administración Civil de Cisjordania que adopte “las medidas pertinentes” para que un grupo de colonos judíos pueda regresar a la disputada casa de Macpela, cerca de la Tumba de los Patriarcas.
“Quienes intenten expulsarnos de la ciudad de los patriarcas conseguirán lo contrario. Seguiremos combatiendo el terrorismo con una mano y reforzando los asentamientos con la otra”, aseguró el jefe del Gobierno.
En abril de 2012, varios colonos judíos se instalaron en una casa que habían adquirido en el casco histórico de Hebrón, cerca de la Tumba de los Patriarcas. La Administración Civil invalidó la compra alegando errores en la transacción y el Ministerio de Defensa ordenó la evacuación de la vivienda, tras lo cual empezó una batalla legal que aún no ha terminado.
