Un tribunal condenó a 25 policías a 624 años de reclusión cada uno por asesinar a 52 presos en la masacre que tuvo lugar una cárcel de São Paolo en 1992, informaron medios internacionales.
La primera fase del proceso se celebró en abril pasado y culminó con la condena de otros 23 policías a 156 años de prisión por matar a 13 reclusos.
Los jueces deben aún pronunciarse en dos ocasiones ya que el proceso se dividió en cuatro fases, una por cada una de las cuatro plantas de la prisión. En total, 79 policías militares se sentarán en el banquillo.
La rebelión en la cárcel Carandirú se inició el 2 de octubre de 1992 por una disputa entre dos presos que pronto degeneró en un enfrentamiento entre dos bandas. En aquel momento la prisión, con unos 8.000 presos, era una de las más grandes de América Latina.
La represión del motín se saldó con la muerte de 111 presos. Ahora los policías afrontan cargos por el uso inadecuado de la fuerza.
Hasta el comienzo del proceso el único en ser juzgado fue el coronel Ubiratan Guimarães que dirigió la operación. En 2001 le condenaron a 632 años de prisión pero apeló el fallo y fue absuelto en 2006. Más tarde, le hallaron muerto en su apartamento con un tiro en el pecho.
