El Consejo de Derechos Humanos de la ONU condenó la víspera en una resolución la participación de combatientes extranjeros en el conflicto sirio al lado de las fuerzas gubernamentales.
Promovido por EEUU, Turquía y Catar, el documento fue aprobado por 36 votos a favor. Uno de los países miembros, Venezuela, votó en contra y otros ocho se abstuvieron. Rusia, país que criticó anteriormente esta iniciativa, no es actualmente miembro del Consejo, en el que la participación se realiza por turnos rotativos.
“El Consejo de Derechos Humanos condena la intervención de combatientes extranjeros al lado del régimen sirio en Qusair y expresa su profunda preocupación ante el hecho de que su presencia supone una amenaza seria a la estabilidad en la región”, dice el texto.
La resolución hace referencia a los hechos producidos recientemente en Qusair, cerca de la frontera con Líbano, donde un ataque del Ejército sirio se saldó el pasado 19 de mayo con un centenar de muertos. Según la oposición siria, en la ofensiva participaron miembros del grupo chií libanés Hezbollah, aunque el documento no los menciona directamente.
El Consejo condenó “enérgicamente” el uso de armas pesadas contra la población civil, en particular durante en Qusair, así como otras violaciones del derecho humanitario internacional por parte del Gobierno sirio y sus fuerzas. La entidad también expresó su rechazo a la violencia de cualquier tipo y procedencia, y pidió ponerle fin de forma inmediata. Asimismo, ordenó investigar la ofensiva.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió la víspera que la nueva resolución complicaría los preparativos de la segunda conferencia de paz en Ginebra propuesta por Rusia y EEUU, ya que, según el canciller ruso, refleja la versión solo de uno de los bandos.
