El papa Francisco reconoció que a veces empieza a dormirse durante la oración de la tarde, ante 200.000 fieles reunidos en la plaza de San Pedro en Roma, informó la prensa internacional.
Según el pontífice “todos pueden quedarse dormidos tras un día largo y complicado y Dios lo comprende”. El público acogió sus palabras con benévolas risas.
El discurso de Francisco estaba dedicado a la percepción del mal ajeno en la actualidad. El papa lamentó que los escándalos mundanos se convierten en temas principales mientras que los niños que mueren de hambre o frío se ven como algo normal.
“No podemos seguir siendo tan solo cristianos devotos que se dedican a discusiones teológicas ante una tacita de té. Debemos tomar la iniciativa buscando a los necesitados y ayudándoles”, subrayó el papa.
