El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, indicó la pequeña isla surcoreana de Baengnyeong, en el mar Amarillo, como el blanco prioritario en caso de un conflicto entre ambas Coreas, informó hoy la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
Al visitar el lunes una unidad de artillería, Kim Jong-un, citado por la Agencia Telegráfica Central de Corea, dijo que los militares deberán convertir Baengnyeong en “un mar de llamas”. Indicó como principales objetivos los radares, lanzadores de misiles antibuque Harpoon, lanzacohetes múltiples y baterías de obuses autopropulsados.
Ordenó al jefe de los artilleros “fotografiar las posiciones enemigas en llamas durante la batalla y enviar estas imágenes al comando supremo”.
También exhortó a la tropa a mantener la máxima alerta y “tomar poderosas represalias contra el enemigo si penetra siquiera un ápice en las aguas bajo soberanía norcoreana”.
Las palabras de Kim Jong-un coincidieron con el inicio de un simulacro militar conjunto de Corea del Sur y EEUU, en respuesta al cual Pyongyang ya anunció su retirada del armisticio de 1953 y del pacto de no agresión con Seúl. Anteriormente, Corea del Norte también amenazó con un ataque nuclear contra “el agresor”.
Las declaraciones del régimen norcoreano subieron de tono después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara un nuevo paquete de sanciones contra Pyongyang a raíz de la prueba nuclear subterránea realizada en febrero.
Aunque muchas de estas declaraciones son vistas como retórica, un precedente de 2010 da cierta credibilidad a la amenaza contra Baengnyeong, una isla que se encuentra cerca de la disputada frontera marítima entre el Norte y el Sur y en la que hay unidades militares y unos 5.000 civiles.
El 23 de noviembre de 2010, Corea del Norte disparó al menos 200 proyectiles artilleros contra la isla surcoreana de Yeonpyeon, matando a cuatro personas. El pretexto para el ataque fue un simulacro militar surcoreano que se estaba celebrando cerca de la línea fronteriza que Pyongyang no reconoce.
Un funcionario de la Administración de Baengnyeong, Kim Young-Gu, aseguró en una entrevista telefónica con AFP que los refugios de emergencia civil en la isla disponen de todos los materiales necesarios y que las autoridades locales están alerta.
“No es que haya pánico entre los isleños o éxodo hacia la península pero, para serles franco, estamos algo asustados”, confesó.
