Rusia aboga por ampliar al Grupo de Acción para Siria invitando a países como Egipto, Arabia Saudí o Irán, declaró hoy el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Mijaíl Bogdánov, quien también es comisionado del Kremlin para Oriente Próximo.
“Naturalmente que seguimos pensando que se podría ampliar este formato invitando a otros importantes jugadores externos. Destacaría en este sentido a Arabia Saudí y algunos países vecinos como Líbano, Jordania, Irak, aunque ya estuvo representado dentro del Grupo de Acción, Egipto, así como Irán”, apuntó Bogdánov en una entrevista a RIA Novosti.
Recordó que convocando por primera vez al grupo, Moscú partía de la premisa de que “cuantas más fuerzas externas influyentes estuvieran sobre la misma plataforma, mayor sería la eficacia de los esfuerzos para poner fin a la sangrienta contienda en Siria y acceder a las soluciones constructivas y consensuadas”.
“Lo importante era llegar, en un principio, a un amplio acuerdo internacional y a partir de ahí hacer de representantes del Gobierno y la oposición de Siria se impliquen en esta labor”, agregó el vicecanciller ruso.
Según Bogdánov, Moscú considera imprescindible celebrar un nuevo encuentro del Grupo de Acción, que hasta ahora solo se ha reunido en una ocasión, el 30 de junio de 2012 en Ginebra.
“Consideramos imprescindible celebrar sin demora un nuevo encuentro del Grupo de Acción, teniendo en cuenta especialmente lo que está ocurriendo en torno a Siria… La situación no mejora y el país se está destruyendo. Todo esto amenaza con llevar a la desintegración de Siria, un proceso que podría traspasar las fronteras actuales de la República Árabe Siria”, advirtió.
La primera reunión del Grupo de Acción contó con la asistencia de los jefes de la ONU y la Liga Árabe, así como los responsables de la política exterior de la UE, China, EEUU, Francia, Reino Unido, Rusia, Turquía, Irak, Kuwait y Qatar.
La cita culminó con la adopción del llamado “comunicado de Ginebra” que exigió el cese de la violencia en Siria y sentó las bases para la futura transición en este país árabe, donde, según la última actualización de la ONU, el número de muertos supera ya las 70.000 personas tras dos años de conflicto armado.
