El primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, criticó por “muy discutible y jurídicamente inaceptable” el reconocimiento por parte de Francia de la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición de Siria (CNFROS), aunque subrayó que se trata de un “asunto interno” del país galo.
Francia fue el primer país europeo en reconocer como “representante legítimo del pueblo sirio” a la CNFROS, creada por el Consejo Nacional Sirio (CNS) y otros grupos opositores, la mayoría en el exilio, durante una reciente reunión en Doha. El presidente galo, François Hollande, también declaró que su país estudiará enviar armas a los rebeldes sirios una vez que formen un gobierno de transición.
“Cuando cualquier Estado se pone del lado de una formación que no está oficialmente en el poder, se trata como mínimo de una decisión dirigida a cambiar el equilibrio de fuerzas en otro país”, explicó Medvédev en una entrevista que concedió a la agencia France Presse y al diario Le Figaro en vísperas de su visita a París.
Según recalcó, los principios del derecho internacional avalados por la ONU establecen que “ningún Estado, país ni Gobierno debe emprender acciones encaminadas a un cambio de régimen forzado en cualquier otro país”.
A diferencia de lo que se suele creer, Rusia “no apoya al régimen del presidente sirio Bashar Asad ni a la oposición”, aunque mantiene contactos con el Gobierno actual, afirmó Medvédev, reiterando los envíos militares rusos a Siria “siempre han tenido un carácter estrictamente legal y de hecho abierto”.
“Nunca hemos hecho ningún suministro que no se ajustara a los convenios internacionales. Y todo lo que hemos suministrado han sido armas para defenderse de una agresión exterior”, recordó el jefe del Gobierno ruso.
Agregó que las entregas se realizaron en virtud de “contratos que Rusia está obligada a cumplir” y que de no ser así, el país se enfrentaría a acciones legales, como le ocurrió con Irán. La República Islámica demandó al Gobierno ruso después de que este se negara a exportar a Teherán misiles antiaéreos S-300 en el marco de las sanciones internacionales impuestas por la ONU.
“Es un tema sumamente delicado. Es por eso que mantenemos con el Gobierno sirio un nivel muy limitado de cooperación en este ámbito”, explicó.
