La coalición nacionalista de centroderecha Convergencia i Unió (CiU), del presidente de la Generalitat (Gobierno) de Cataluña Artur Mas, no logró en las elecciones autonómicas del domingo la mayoría absoluta a la que aspiraba para llevar a cabo su plan de convertir a esta región española en un Estado soberano.
Los nacionalistas reunieron el 30,55% de los votos, logrando así 50 de los 135 escaños del Parlamento autonómico. No obstante, este resultado sitúa a CiU lejos de la mayoría absoluta (68 escaños) e incluso supone para la formación una pérdida de apoyos electorales, ya que controlará 12 escaños menos que en la legislatura actual.
Durante la campaña, el presidente autonómico pidió a los catalanes una mayoría absoluta para poder celebrar un referéndum sobre la autodeterminación de la región. Ahora, CiU deberá pactar con otras fuerzas para gobernar, lo que pone en entredicho sus planes.
Otra formación nacionalista, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), consiguió el segundo lugar, haciéndose con el 13,63% de los sufragios y 21 escaños y duplicando así su presencia en el Legislativo regional. A ERC le siguen, con una diferencia mínima, el Partido Socialista de Cataluña (14,5% y 20 escaños) y el Partido Popular gobernante en el conjunto de España (13,04% y 19 plazas).
Además de estas cuatro formaciones, en el Parlamento catalán también estarán los ecologistas de izquierdas de Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa (13 escaños), la plataforma cívica centrista Ciutadans de Catalunya (9) y otro bloque izquierdista, CUP-Alternativa d’Esquerres (3), que se presentó a las legislativas regionales por primera vez.
La participación electoral marcó ayer el récord de los últimos años, el 69% frente al 58% en 2010.
Las elecciones anticipadas fueron convocadas en septiembre pasado, después de que el presidente del Gobierno central español, Mariano Rajoy, rechazara la propuesta de Mas de conceder a Cataluña una mayor autonomía fiscal.
