El presidente de la cámara baja del parlamento de Rusia, Serguéi Narishkin, quien tenía que encabezar la delegación rusa en la próxima sesión de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE), declaró hoy que no irá a Estrasburgo, porque sus propuestas no serán oídas.
“En la medida en que se acercaba la inauguración de la próxima sesión de la PACE, comprendíamos cada vez mejor que nuestras propuestas estratégicas difícilmente serán oídas por varios dirigentes de la Asamblea y los jefes de las delegaciones rusófobas”, dijo Narishkin reunido con los periodistas.
La intervención de Narishkin estaba prevista para el segundo día del trabajo de la sesión que se inaugura el 1 de octubre. Ese día se dedicará de lleno para analizar el informe sobre el cumplimiento por Rusia de los compromisos asumidos ante el Consejo de Europa tras su ingreso en 1996.
Hace poco se supo que los relatores de la PACE Andreas Gross y Gyorgy Funda propusieron proseguir el monitoreo de los compromisos rusos, al señalar que Moscú no cumple de lleno los compromisos asumidos.
Los relatores calificaron de “desproporcional” el fallo dictado al grupo punk Pussy Riot; y de “insuficientes” los esfuerzos en materia de la reforma del sistema jurídico de Rusia.
La PACE redactó una resolución que exige revisar unas cláusulas de la legislación de Rusia; anular el reconocimiento de Osetia del Sur y Abjasia y retirar las tropas rusas de Moldavia.
Al comentarlo, el jefe de la delegación rusa, Alexéi Pushkov, dijo que tales exigencias son inaceptables. “Ningún país del mundo revisa sus leyes”, declaró.
Refiriéndose a la propuesta de elevar de nivel el monitoreo, hasta el del Comité de Ministros del Consejo de Europa, Pushkov señaló que tal paso será acogido muy negativamente en la Federación Rusa y complicará la cooperación entre Rusia y el Consejo de Europa.
