El embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, instó a Estados Unidos y a la Unión Europea a levantar “inmediatamente” las sanciones unilaterales impuestas contra Siria que, según argumentó, “sólo complican la vida” a la población civil.
El diplomático ruso hizo estas declaraciones durante la reunión que celebró la víspera el Consejo de Seguridad de la ONU y a la que asistieron los jefes de la diplomacia de Francia, Reino Unido y algunos de los países vecinos de Siria. El canciller ruso, Serguei Lavrov, estuvo ausente en la reunión debido a “problemas de agenda”, según Churkin.
“Estas sanciones no tienen nada que ver con el esfuerzo real para resolver la crisis siria y sólo complican la vida a los ciudadanos de a pie privándoles de la posibilidad de satisfacer sus necesidades más básicas y de hacer el uso completo de los derechos humanos fundamentales”, explicó el embajador ruso.
Asimismo, condenó por “inaceptables” los intentos de “ciertos países de justificar con argumentos pseudohumanitarios el apoyo financiero, material, técnico y logístico a los grupos armados” sirios.
Al referirse al esfuerzo del Gobierno sirio para ayudar a los afectados por el conflicto, el diplomático destacó el plan de respuesta humanitaria acordado.
“Conforme al plan, las agencias humanitarias internacionales y ONGs, en colaboración con las autoridades locales y la Media Luna Roja siria, realizan actividades humanitarias en territorio sirio”, resaltó.
Por otro lado, Churkin anunció que la situación en Siria centrará el próximo 26 de septiembre una nueva sesión de la Asamblea General de la ONU a la que asistirá el ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov.
El balance mortal del conflicto sirio, iniciado en marzo de 2011, podría ascender ya a 25.000 personas, de acuerdo a los datos ofrecidos por el canciller galo, Laurent Fabius, mientras que Damasco informa sobre 8.000 muertos.
Según la ONU, 2,5 millones de sirios necesitan ayuda humanitaria urgente y otros 229.000 ya han abandonado el país para refugiarse en países vecinos como Turquía, Líbano, Jordania o Irak. Por el momento, sólo 72.000 de ellos han obtenido el estatus de refugiado.
