La comunidad rusa de Letonia vinculó las palabras del ministro de Defensa, Artis Pabriks, de que el monumento a los Libertadores de Riga debe ser desmontado, con sus pretensiones a ocupar el sillón de alcalde de la capital de la república, informó hoy el corresponsal de RIA Novosti.
Ígor Vatolin, miembro del consejo administrativo de la comunidad rusa de Letonia, al comentar a RIA Novosti la declaración del ministro de que “es un monumento obsoleto en el aspecto moral y merece ser derribado”, dijo: “Pabriks pretende probablemente posicionarse como aglutinador de las fuerzas antirrusas y enfrentarse como tal con el alcalde en ejercicio, Nil Ushakov, en las elecciones municipales del año que viene”.
Ushakov es el primer alcalde ruso en la historia de Riga. Según sondeos sociológicos, lo apoyan más del 70% de los habitantes de la ciudad. La comunidad rusa de Letonia, de unos ocho mil miembros, es la mayor organización étnica en la república.
El 9 de Mayo (fiesta de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial), alrededor del monumento a los Libertadores de Riga se reúnen centenares de miles de personas para rendir honores a los combatientes soviéticos que cayeron al luchar contra los nazis. Pero las autoridades letonas menosprecian esa actividad.
Letonia insiste en que fue ocupada por la Unión Soviética de 1940 a 1991. Una parte de los políticos letones cree que el 9 de Mayo no trajo liberación a la república, sino que fue continuación de la ocupación soviética. Rusia, como sucesora en derechos de la desaparecida Unión Soviética, rechaza categóricamente tal interpretación de la Historia.
