Los fragmentos del avión de reconocimiento turco RF-4E caído en el Mediterráneo el pasado 22 de junio no presentan rastros algunos de que fuera derribado por Siria, según los resultados de otra prueba divulgada hoy por la prensa turca.
El periódico Radikal hace referencia a un amplio informe redactado a raíz del examen químico y físico de unos 20 fragmentos del avión. No especifica, si embargo, si el nuevo reporte indica las causas reales del accidente.
Este informe reafirma las conclusiones de una prueba pericial que el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Turquía publicó el pasado 13 de julio. Aquel dictamen descartaba que el avión fuera abatido por fuerzas antiaéreas de Siria, como se había declarado inicialmente.
El avión de reconocimiento RF-4E de la Fuerza Aérea de Turquía despegó el 22 de junio de un aeródromo en la provincia suroriental de Malatya y desapareció de las pantallas de radares una hora y media más tarde, cuando sobrevolaba el mar Mediterráneo.
Damasco afirmó haber derribado el avión por una incursión en su espacio aéreo pero Ankara sostuvo que la caída se produjo en las aguas internacionales. Nunca se llegó a descubrir el misil que supuestamente había abatido el avión ni se hallaron rastros de explosivos o productos de combustión en los fragmentos recuperados del Mediterráneo.
