Turquía denunció ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el incidente con el derribo de uno de sus aviones militares por parte de las fuerzas sirias, que calificó como una amenaza grave para la paz y la estabilidad del mundo, así como “un acto hostil”, informaron hoy agencias.
“Este ataque en el espacio aéreo internacional, que ha causado la posible muerte de dos pilotos turcos, es un acto hostil de las autoridades sirias que amenaza la seguridad nacional de Turquía”, dijo el Gobierno de Ankara en una carta enviada al máximo órgano de seguridad de la ONU.
Pese a la denuncia, Turquía no pidió al Consejo de Seguridad tomar medidas urgentes a raíz del caso. No obstante, la prensa del país otomano asegura que Ankara acelerará los esfuerzos para ayudar a la comunidad internacional a cambiar el régimen en Siria.
En este sentido, la prensa turca anticipó una serie de sanciones que Ankara impondrá a Damasco tras el derribo de su avión militar y que serán anunciadas en breve por el primer ministro de Turquía, Recep Tayipp Erdogan, durante una intervención ante los parlamentarios locales.
De acuerdo al periódico Aksam, Ankara no se conformará con las disculpas sirias y una compensación por la pérdida del caza. “La parte turca insiste en la necesidad de castigar a todos los responsables del incidente, comenzando por la cúpula”, sostiene el diario.
Mientras, los barcos y aviones de Siria y Turquía continúan buscando a los dos pilotos del avión de combate turco derribado el pasado viernes por el Ejército sirio. Según Ankara, el caza se encontraba en una misión de reconocimiento cuando fue abatido por las fuerzas del país vecino.
Anteriormente, Siria confirmó el derribo del avión turco en sus aguas territoriales, pero descartó que se tratase de un acto premeditado, sino una maniobra de defensa de la soberanía del país. Por su parte, Turquía replicó que el avión fue abatido en espacio aéreo internacional, aunque cayó en aguas territoriales sirias y amenazó con represalias a Damasco a raíz del incidente.
