Las manifestaciones “Por unas elecciones limpias” que tuvieron lugar el pasado invierno en ciudades rusas evidencian la capacidad de la clase media rusa para promover cambios políticos y económicos en el país, declaró William Burns, primer subsecretario de Estado y ex embajador de EEUU en Moscú.
“Las manifestaciones del pasado invierno en Rusia recordaron que la clase media fortalecida que exige responsabilidad y transparencia es capaz también de impulsar cambios políticos y económicos”, afirmó Burns.
Según el diplomático estadounidense, tras 10 años de crecimiento económico, la nueva generación de rusos quiere que Rusia no sólo sea rica y fuerte, sino también un país “moderno y competitivo en el ámbito de la innovación”, un país cuyos ciudadanos “tengan voz en la gestión y distribución de los impuestos”.
“Nuestro objetivo es apoyar el esfuerzo de los propios rusos en la modernización de su sistema económico y político”, agregó.
Por otro lado, el subsecretario de Estado señaló que aunque la persona que ostenta el cargo de presidente es importante tanto para Rusia, como para EEUU, lo primordial no es sólo quién gobierne, sino cómo.
Según Burns, existen muchas preguntas difíciles, como qué hará Rusia para luchar contra la corrupción o para garantizar la independencia de su sistema judicial, pero la “buena noticia es que no las plantean desde el exterior, sino que las hacen los propios ciudadanos rusos, de una forma reiterada y abierta.
“Sólo los rusos pueden determinar el futuro de su país y sólo ellos tienen voz para decidirlo”, resumió.
